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Caries Dental: Nuevo Mecanismo Etiológico   CARIES
Erwin D. Escalante Dueñas
Odontólogo. Perú

Resumen

La odontología neurofocal considera a los dientes, no como entes independientes y desligados del conjunto orgánico, sino como parte de la totalidad con la que tiene intimas conexiones.
Los tejidos del cuerpo están expuestos al ataque de agentes patógenos diversos, a traumas físicos o químicos que originan un deterioro en su estructura y su función.
Las toxinas son consideradas en la medicina biológica como sustancias que el cuerpo no necesita para su funcionamiento las cuales se acumulan en el llamado “medio interno” o sustancia intercelular, el cual es un medio ubicuitario, originándose la enfermedad del órgano o sistema comprometido.
El complejo dental tiene conexiones específicas con los diversos órganos y estructuras siendo los sistemas interconectantes, el medio interno o sustancia intercelular y el sistema de meridianos de energía considerada por la medicina tradicional china.
Se establece la hipótesis que la caries dental y sus complicaciones periodentales son patologías originadas por la acción de los microorganismos de la flora microbiana normal de la boca y que se vuelven patógenas ante una señal especifica desde el órgano comprometido o afectado que busca el equilibrio o compensación, valiéndose de los mecanismos de interconexión ya mencionados.

Palabras claves: Neurofocal, patógeno, medio interno, microorganismos, toxina.

Introducción
Las toxinas, son sustancias negativas que agraden a los tejidos normales originando caos en su estructura y funcionamiento.
Las homotoxinas, son toxinas que pueden originarse como consecuencia de elementos químicos, físicos o un efecto psíquico. Se cree que el origen mayor esté dado por una alimentación no adecuada a la naturaleza del organismo humano.
Cuando el organismo busca el equilibrio o la normalización como consecuencia de la acción de las toxinas, ingresa a un estado conocido como enfermedad (1).
Según los conceptos de la homotoxicología la etapa inmediata ante la agresión de una toxina que ingresa al organismo es aquella llamada “fase de excreción”, durante la cual se trata de expulsar la toxina por la vía de las secreciones corporales (orina, desechos fecales, mucosidades, etc.).
Según la medicina tradicional china (1, 2, 3, 4, 5) el cuerpo humano presenta una energía (Qi) la cual se distribuye de manera ordenada siguiendo vías específicas a las cuales se conoce como meridianos o canales de energía. Los meridianos principales se ubican a nivel de la piel, mientras que otros (canales internos) ingresan a lo profundo del cuerpo, conectándose a diferentes órganos y estructuras.
Si, como consecuencia de la presencia de toxinas enferma un órgano, el organismo tratará de buscar una compensación o “salida” por cualquier elemento anatómico con el que esté relacionado dicho órgano según el enlace establecido por el meridiano de energía respectivo. Es probable que dicha evacuación se realice por las piezas dentarias y/o sus tejidos vecinos. Por tanto, la presencia de caries dental y los procesos periapicales podría no solo tener un origen exógeno, como siempre se supo, sino también ser originado por un “efecto a distancia” desde algún órgano o elemento anatómico con el que esté relacionado mediante su respectivo canal de energía. De la misma manera podría aplicarse este concepto a patologías del periodonto. Este efecto patológico “a distancia” podría darse incluso en ausencia de piezas dentarias, sufriendo en este caso los efectos, los tejidos que alojaron antes a dichos dientes. Así, podrían explicarse patologías de la mucosa bucal o de maxilares cuyas causas no sean evidentes y puedan ser calificadas como de “etiología desconocida”. Así también, las patologías originadas en los dientes a en el periodonto, así como algunos procedimientos dentales defectuosos que conlleven a alguna complicación pueden originar patologías “a distancia” teniendo como blanco algún órgano relacionado.

Nuevo mecanismo etiológico

Todas las estructuras anatómicas involucradas en la trayectoria de un determinado meridiano de energía son interdependientes y están en comunicación constante, de manera que se puede decir que entre ellas hay una interconexión. Esto abre la posibilidad de que cualquier patología en un órgano o elemento anatómico pueda predisponer a la aparición de caries en piezas dentarias con las cuales tenga relación.
Normalmente se sabe que las bacterias de la flora normal de la boca, bajo ciertas condiciones como mala higiene oral o déficit nutricional originan caries dental.
Sin embargo, muchas veces se oye decir a los pacientes que aunque se preocupan por mantener sus dientes limpios, aún así acuden por un nuevo problema de caries.
También se observa el caso de piezas dentarias que son restauradas varias veces porque “siempre causan problemas”.
Hay pacientes con “dientes débiles” en los cuales la estructura del tejido dentario parecería estar predispuesta a la destrucción. En estos casos se ven caries muy agresivas que en poco tiempo diezman a la pieza dentaria.
El “medio interno” (6) (zona intercelular o mesénquima) mejor conocido en la medicina alternativa como sistema básico de Pischinger (1, 7, 8) (en homenaje al Dr. Alfred Pischinger, distinguido médico austríaco y descubridor del mecanismo funcional de esta parte de los tejidos corporales) es un sector muy particular formado básicamente por la reunión de las siguientes estructuras:
  • Capilares arteriales.
  • Sustancia intercelular en estado gel conteniendo fibroblastos, haces de colágeno, filamentos de proteiglicanos y líquido en estado libre o en vesículas.
  • Fibras vegetativas terminales del sistema nervioso.
  • Capilares linfáticos.
Esta organización se puede encontrar en prácticamente cualquier parte del cuerpo, por ello se deduce que es un tejido “ubicuitario” y por lo tanto sería el medio de enlace para todas las células orgánicas, porque también la contiene (8, 9, 10),  como así también los tejidos periodentales.
De esta manera, haciendo uso de enlaces más específicos ubicados a nivel general como son los meridianos o canales de energía (considerados en la medicina tradicional china) podríamos deducir que estos últimos junto al sistema básico constituirán un gran sistema integrador. Solo bastaría conocer las conexiones entre los dientes y órganos a través de los meridianos, para poder establecer una relación causa – efecto.
Así, si vemos que por ejemplo, tenemos problemas frecuentes en los incisivos (caries recidivante o agresiva, periodontitis resistente a la terapia) podríamos sospechar de alguna alteración estructural o funcional de los riñones o de las vías urinarias o del sector genital o cualquier estructura ubicada en la trayectoria del meridiano del riñón.
La pulpa dental del diente afectado (“órgano blanco”) recibiría la información patológica emitida desde el campo interferente alterándose también su integridad funcional y/o estructural. El sistema básico pulpar (medio interno pulpar) ya alterado afectaría a su vez a las células de su entorno (odontoblastos, fibroblastos) originándose un campo que buscaría una “salida” o “acción compensatoria” de dos maneras:

  • Debilitando de alguna manera la estructura dentaria (obviamente la disfunción celular, sobretodo de los odontoblastos, originaría un detrimento de la calidad de la dentina y del esmalte) lo cual volvería “predispuesto” al diente en cuestión, ante la acción de los microorganismos intraorales (lámina #1).
  • Enviando señales electromagnéticas de determinada frecuencia, las cuales serían “captadas” por los diversos microorganismos que, según conocemos, participan en los procesos de destrucción dentaría, los cuales actuarían sobre el diente de manera específica (lámina #2).
Conclusiones
  • Los dientes están en conexión con los principales órganos del cuerpo a través de dos sistemas de comunicación: El medio intercelular (medio interno o mesénquima) y los meridianos de energía considerados en la medicina tradicional china.
  • El desequilibrio estructural o funcional de un órgano puede predisponer a la aparición de la caries dental y sus complicaciones en la cavidad oral mediante el mecanismo de “búsqueda de equilibrio” o compensación, valiéndose de los sistemas de conexión antes dichos.
  • Las bacterias responsables de la desintegración de los tejidos dentarios sólo son patógenas cuando se establecen condiciones especificas, es decir son microorganismos efectores de la caries dental en la situación de “búsqueda de equilibrio o compensación” (En este punto no descartamos a la mala higiene oral como factor predisponente).
  • A nivel mesenquimático, la información patológica es transmitida por las microterminaciones del sistema nervioso vegetativo.
  • A nivel energético, la información patológica es transmitida  mediante los meridianos de energía consideradas en la medicina tradicional china.
  • Las enfermedades de la mucosa oral consideradas de etiología desconocida podrían ser  explicadas mediante la presente hipótesis.
  • La condición inmunológica de la cavidad oral, es un factor modificador con respecto a la aparición de las patologías.
  • El presente enfoque no pretende descartar las teorías ya establecidas sobre el origen de la caries dental.

CARIES_DENTAL_-_ERWIN_1

CARIES_DENTAL_-_ERWIN_2
Referencias bibliográficas

1. Payán de la Roche J. La medicina biológica: Una medicina no comprometida.
2. Madrid J. La acupuntura. Madrid. Edit. Libsa – 1992.
3. Pao – Cheng Niu. Manual de acupuntura. 5ª Ed. Buenos Aires. Edit. El Ateneo – 1988.
4. Ri Miong Yong. Acupuntura Coreana. Lima. Edit. CEIL UNFV – 1988.
5. Chen Y.P. la medicina en china – Lima. Edit. Mosca Azul. – 1980.
6. Guyton A.C. tratado de fisiología médica. 5ª Ed. Madrid. Edit. Gráfica internacional. 1983.
7. Pischinger A. Bases científicas de recursos terapéuticos no específicos. Viena. 1968.
8. Villavicencio H. El lenguaje desconocido de los dientes. Lima. Edit. Studium. 1985.
9. Bhaskar S.N. Histología y embriología bucal. 9ª Ed. Buenos Aries. Edit. El Ateneo. 1986.
10. Adler E. Enfermedades producidas por campos de interferencia en terreno del trigémino. Popayán. Edit. Los Robles. 1974.
11. Dosch P. Libro de enseñanza de la terapia neural según Huneke. 4ª Ed. Popayán. Edit. Los Robles. 1975.