El Fenómeno en Segundos

Marcos Pérez Abendaño
Médico. Navarra

La redacción esquemática se debe a que el texto pertenece a las diapositivas
de una clase del Postgrado de Terapia Neural 2004-05 - Barcelona

Definición clásica

  • Fenómeno que se produce a los pocos segundos de haber inyectado en un campo de interferencia
  • no perteneciente al mismo segmento que presenta los síntomas
  • y que consiste en la total desaparición de dichos síntomas
  • durante al menos 8 horas si el campo interferente está en la boca o 20 horas si se halla en cualquier otra parte del organismo
  • además, si transcurrido ese tiempo hay una reaparición de los síntomas y vuelve a tratarse dicho campo interferente, debe de repetirse la inmediata mejoría total y por un tiempo mayor al de la vez anterior, y lo mismo con ulteriores aplicaciones

Síntomas asociados

  • Euforia
  • Llanto incontrolable
  • Liberación emocional
  • Enrojecimiento facial

Ejemplo

Cefalea que desaparece inmediatamente tras la inyección en la antigua cicatriz de apendicectomía.

Variantes

  • FENÓMENO INVERSO O INVERTIDO: tras la inyección en el campo interferente causal, los síntomas distantes con él relacionados al principio empeoran ("crisis de curación") para luego mejorar y desaparecer completamente durante las horas convenidas
  • FENÓMENO TARDÍO O RETARDADO: la desaparición de los síntomas, completa, se produce minutos u horas después de la aplicación del neuralterapéutico, y debe durar el número de horas convenido

Significación

  • El campo interferente tratado y neutralizado con el neuralterapéutico es el responsable único o muy predominante de los síntomas del paciente, es el campo interferente "causal"
  • En la variante invertida, la reacción inicial podría deberse a una hipersensibilidad del campo interferente
  • En la variante retardada tendríamos un enlentecimiento en los mecanismos de respuesta del organismo por uso de fármacos, intoxicaciones, enfermedades muy debilitantes...

HUNEKE, Ferdinand

Es, junto con su hermano Walter, otro de los gigantes de los que hablábamos arriba. A ellos debemos el empleo de los anestésicos locales con fines terapéuticos en los términos globales y holísticos con que lo hace la Terapia Neural en la actualidad.

Su mérito no radica en haber sido los primeros en observar una curación con procaína ni un efecto en segundos (otros antes ya lo habían hecho), sino en haberse dejado sorprender por unos fenómenos no explicables hasta entonces y a base de constancia y dedicación haber profundizado en la comprensión íntima de los mismos, llegando a estructurar una concepción terapéutica diferente que incluye diagnóstico y tratamiento propios...

Tres momentos claves en la historia de la TN de los Huneke:

  1. desaparición súbita de la jaqueca de su hermana al inyectar i.v. un fármaco con procaína (1925)
  2. hallazgo de que la procaína i.m. (Walter) o paravenosa (Ferdinand) era también curativa
  3. fenómeno en segundos (1940)

Ferdinad resume su enseñanza en tres sentencias fundamentales:

  1. cada enfermedad crónica puede deberse a un campo interferente
  2. cada lugar del cuerpo puede convertirse en campo interferente
  3. la inyección de procaína en el campo de interferencia culpable cura las enfermedades debidas a éste vía fenómeno en segundos, siempre y cuando que esto sea aún anatómicamente posible

Ferdinand observó su primer fenómeno en segundos en 1940, tras 15 años de uso de la procaína como terapia de forma segmental.

En 1961 escribió "El Fenómeno en Segundos o el testamento de un médico", libro en el que intenta plasmar 35 años de experiencia suya y de su hermano en el uso de la Terapia Neural.

En dicha obra, además de una buena muestra de casos con los que se ilustra cómo funciona la TN, lo que aparece es una amarga controversia con la medicina académica de su tiempo, reduccionista y especializada, frente a la que entona un canto a encontrar el todo por encima de las partes, al arte de curar, a la individualidad del tratamiento... En definitiva, podría decirse que medio siglo después el libro sigue de rabiosa actualidad.

Algunas frases que ilustran el pensamiento de Ferdinand Huneke:

  • "Con cada habilidosa inyección encendemos la autocuración"
  • "No son síntomas aislados los que tratamos, la enfermedad es una interferencia de la totalidad del hombre, cuya esencia ha de ser interceptada y captada artísticamente"
  • "No es la sustancia la que cura, sino "el correcto impulso en el lugar exacto" del ensamblaje viviente"
  • "Tanto tiempo como no se comprenda la importancia del lugar de la inyección para el proceso curativo, no se habrá comprendido la esencia de la Terapia Neural. No se trata de un efecto farmacológico. Se comprueba cada vez más que la cantidad del medicamento utilizado no importa..."

Observaciones

La definición del fenómeno en segundos tal como se ha formulado no deja de ser un formalismo convencional, tanto por el número de horas de curación exigibles como por la condición de que el campo de interferencia tratado haya de estar fuera del segmento donde se dan los síntomas.

Es decir, parece más asequible al entendimiento que el dolor profundo de una rodilla pueda desaparecer de forma inmediata haciendo unas pápulas intradérmicas sobre ella que si lo hace al momento de inyectar una cicatriz de un brazo, por ejemplo, y sin embargo, aunque conceptualmente no haya tanta diferencia, el primer caso no sería catalogable de "fenómeno en segundos".

El límite en la mejoría de los síntomas que se produce al tratar correctamente un campo interferente "causal" viene marcado por la anatomía: hay deformaciones irreversibles, que no se puede eliminar (como una fibrosis o una necrosis ya existentes) a pesar de desactivar la irritación que las ha producido.

El fenómeno en segundos, sin llegar a ser una rareza clínica, es bastante menos frecuente de lo que nos gustaría a quienes practicamos Terapia Neural.

Hay varios motivos para ello: que la mayoría de las dolencias no están producidas por un único campo de interferencia sino que se suele dar la suma de varios; que hay interferencias "no inyectables" que pueden ser las principales, como las emocionales, sociales, tóxicas...; que en ocasiones la capacidad de respuesta del organismo está muy limitada por largos procesos crónicos, intoxicaciones, graves errores dietéticos, uso de fármacos...

Por todo ello, sería un error plantear la consulta como una búsqueda del fenómeno en segundos, o el valorar el éxito o fracaso de nuestro accionar terapéutico en función o no de la aparición de dicho fenómeno.

Nuestro objetivo debe ir, más bien, dirigido a la búsqueda y desactivación de las diferentes interferencias que originan el enfermar de nuestros pacientes y la experiencia indica que la curación no suele ser en segundos sino, generalmente, a través de un proceso en el que la persona acaba integrando las informaciones que recibe de una forma que no identifica con la enfermedad.

A pesar de no ser cotidiano, cuando se produce un fenómeno en segundos tenemos la constatación práctica de que los mecanismos que el organismo emplea en el proceso de enfermar y de sanar discurren por las vías que postula la Terapia Neural.

Además, es un hecho tan absolutamente extraordinario que nunca deja de asombrar de una forma muy grata.

Una de las enseñanzas fundamentales que deja la existencia del fenómeno en segundos es la de la importancia absoluta del lugar de la inyección para obtener o no el efecto terapéutico.

En palabras de Ferdinand Huneke: «debemos afirmar categóricamente que este fármaco (la procaína) sólo actúa cuando en el caso concreto de la enfermedad se aplica la inyección en el punto preciso. La elección de este punto es una condición importantísima para curar». 

Notas del libro de Ferdinand Huneke "El Fenómeno en Segundos (o el testamento de un médico)"

"...La hermana de este ingeniero enfermó de una terrible bursitis. Por todos los medios se intentó en vano quitarle los dolores, inclusive le extrajeron amígdalas y dientes sospechosos. Se llegó a pensar en amputar una de sus piernas(había padecido una osteomielitis hacía 30 años) y en cuya cicatriz persistía una inflamación. Con la amputación se quería quitar el foco, que según se sospechaba, esparcía bacterias. Y la paciente, por los fuertes do ores de la bursitis, era partidaria de la amputación. Traté a esta paciente con los métodos que hasta ahora conocía, sobre el segmento: en el terreno del hombro pero sin efecto alguno. Al decirle que no creía en su curación le pedí, sin embargo, que volviese. Me mostró entonces su pierna en una fase inflamatoria y me pidió que al menos la curase de esta molestia. Al tratarle la cicatriz con la única intención de curarle  la inflamación, la enferma se puso de pie y su hombro apareció libre y curado. A los pocos días estaba completamente restablecida. Acababa de observar mi primer efecto en segundos".
(Ferdinand Huneke, grabación realizada en 1962)

"...aquella casual experiencia que hice con mi hermana. Tratando de ayudarla en una fuerte migraña le inyecté equivocadamente "Atophanyl" por vía endovenosa, siendo que este remedio que contiene novocaína estipulaba su aplicación intramuscular. En aquella época hice la extraña observación de que esta fuerte y persistente migraña desapareció delante de mis ojos y después de repetir la misma inyección a la mañana siguiente no volvió. Hubiese podido echarme a perderla observación como lo hacen los odontólogos abriéndole campo a la acción de la sugestión. Pero a mí no me cabía en la cabeza la idea de haber desarrollado fuerzas sugestivas tan poderosas frente a mi hermanita mayor quien no sólo había sido maestra de escuela, o sea, dura de pelar, sino que había permanecido inmutable ante el intento que algunas capacidades médicas ya habían hecho por curarla. Claro que hasta cierto punto se necesitaba nacer revolucionario. De mi padre heredé el insobornable amor por la verdad y la independencia en el pensar, y de mi madre, profundamente creyente, el olfato para lo inexplicable. En alianza con mi hermano Walter, quien hoy ejerce medicina en Stuttgart Bad Cannstatt, corroboramos la equivocación con la novocaína. También pudimos aclarar que no era sólo el "Atophanyl" el que producía semejantes fenómenos, sino que el principio curativo se daba con la novocaína.

Quien se halle aprisionado en la mecánica mental de una metodología exacta, creerá que con el suministro intravenoso de la correspondiente cantidad de novocaína o "Impletol" (que como sustancia más activa empleamos desde 1926) se puede curar cualquier migraña. La realidad le enseñará muy pronto que no es así. El experimento de mi hermana no enseña otra cosa que "en esa migraña de mi hermana" condujo a la curación".

"Nunca aparecen dos campos interferentes como causa productora de una sola enfermedad. Sin embargo, puede ser que un campo interferente conduzca a cuadros clínicos altamente complejos; de hecho, pueden existir simultáneamente varios campos interferentes en el organismo, pero cada vez responde uno solo por su cuadro patológico específico".

"Solamente se puede curar cuando se erradica la causa de una enfermedad"

"El fenómeno en segundos aparece sin ir a buscarlo".

Bibliografia

  • Dosch, P.: Libro de la Enseñanza de la Terapia Neural según Huneke
  • Fischer, L.: Terapia Neural según Huneke. México, 2000
  • Huneke, F.: El Fenómeno en Segundos (o el testamento de un médico)