Nota Aclaratoria: Cuando me refiero a la T.N., este término incluye a la Odontología Neurofocal.
REFLEXIONES INTRODUCTORIAS
Con mucha frecuencia las personas medianamente educadas o aconductadas, estamos convencidas que la única manera de relacionarnos y ver al mundo es a través de nuestro conocimiento y de nuestra razón (Razón: Método de conocimiento fundado en el cálculo y en la lógica empleado para resolver problemas planteados al espíritu en función de los datos que caracterizan una situación o un fenómeno. Morin, Por una razón abierta).
Con la soberbia del ignorante desconocemos, negamos o descalificamos otros saberes y racionalidades y de la única manera que los reconocemos es si se adaptan a nuestra racionalidad pues no aceptamos las de ellos.
La medicina no es ajena a este estado de cosas. La que llamamos ortodoxa o convencional está enmarcada dentro de la racionalidad mecanicista o cartesiana que tiene como principales características la visión mecánica de lo viviente, o sea el mecanicismo como ideología, viendo y estudiando el universo y lo viviente como un enorme mecanismo de relojería, esta aproximación le permite aceptar la linealidad causa efecto o multicausalidades efectos o efecto, las etiologías, la predecibilidad y la reducción de la vida a las lógicas y matemáticas de la linealidad. Opera con la división entre observador y observado para mantener según ella la visión objetiva de los problemas. A este respecto Heinz Von Foester dice que la ilusión de nuestra tradición occidental es la noción de objetividad que pretende que las propiedades de un observador no entren en la descripción de sus observaciones. La objetividad, es la ilusión de que las observaciones pueden hacerse sin un observador.
Para ejercer la objetividad, y también como resultado de ella, el método cartesiano utiliza el análisis que le permite descomponer un problema o hipótesis en tantas partes como sea posible, algo útil y posible desde la mecánica, pero no válido como única posibilidad en el estudio de los seres vivos que no se construyen por partes separadas para ensamblarlas después sino que ellos son procesos emergentes resultantes del interaccionar biológico de sus sucesos cuánticos, celulares, tisulares, químicos o electro magnéticos y morfológicos, indistinguibles unos de otros e inter-trans relacionados con todo el cosmos.
Por el método analítico al ser humano lo hemos disgregado, lo hemos roto, lo hemos fragmentado y en aras de la ciencia hemos especializado sus órganos y también nos hemos especializado en cada partecita de su organismo, aislándolo de sí mismo y del universo, desconociéndolo como parte y suceso del todo. Eso nos ha llevado a aislarnos del medio ambiente y en vez de ser sucesos de la vida actuamos como guardianes consumistas del medio y lo vemos todo como recursos utilizables renovables, o sea que redoblamos el consumismo y nos auto consumimos, por eso vemos una creación que no se ha hecho con nosotros, sino para nosotros. Así hemos configurado un mundo aparte de los seres humanos y unos seres humanos aparte del mundo. Un mundo sin seres humanos y unos seres humanos sin mundo. Es un mundo inanimado, roto, solitario y predecible en el que lo único que cabe es la desesperanza.
Ese mundo inanimado, fragmentado y mecanizado nos permite, a mas de dividirlo volverlo lineal predecible y causal, sometido a lo que han llamado Leyes Naturales. Un mundo en blanco y negro en donde las cosas tiene hu identidad; A no puede ser A y no A al mismo tiempo (hace bastante se sabe que un fotón es onda y partícula al mismo tiempo, dos cosa contradictorias, por no hablar del principio masculino y femenino juntos en nuestras cosmovisiones indígenas y orientales).
Una consecuencia del mecanicismo es el antropocentrismo, etnocentrismo y antropoconsumismo ( El ser humano como consumidor y agotador de la creación) ya que considera que toda la evolución de la creación, desde el posible Big- Bang hasta nuestros días se hizo para que apareciera el ser humano, es decir no ha sido una creación con nosotros, sino para nosotros. Darwin cambió el Teo centrismo creacional por el antropocentrismo evolutivo.
Desde el punto de vista social, el mecanicismo es una racionalidad patriarcal ya que ese mundo, una vez conocidas sus leyes lo modelamos, lo hacemos funcionar a nuestro antojo, lo ponemos a nuestro servicio y lo consumimos. Con esta hipótesis ya no es necesario Dios, basta con el antropocentrismo!. Refiriéndose al nacimiento del mecanicismo o positivismo en una entrevista en 1995, Vandana Shiva decía: Francis Bacon y los fundadores de la Royal Society de Londres, de la que fue presidente Newton, hablaban de la creación de una filosofía masculina para realizar el imperio del hombre sobre la naturaleza y las criaturas inferiores!!
Todas estas características nos llevan a la configuración de lo que es un paradigma así que veamos.
¿QUÉ ES UN PARADIGMA?
Con la razón y su compañera la palabra hemos inventado y mantenemos un mundo que luego nos encierra como un anillo. Ese mundo que hemos construido, ese anillo, nos es absolutamente necesario para vivir, pero no es todo lo que hay; hay muchas mas posibilidades de construcción, y sobre todo, hay infinitamente mucho más, que ya no es nuestra construcción. Castaneda, Historias de Poder
Ya vimos algunas de las características del paradigma mecanicista, cartesiano, positivista, pero también tiene la característica de producir una manera específica de razonar. Veamos entonces las cosas más a fondo:
Pero los conocimientos Chamánicos y sus cosmovisiones, los principios de las medicinas que integran y religan al ser humano y al universo, que no son fragmentadoras de lo viviente, ni causalistas ni lineales, y que ven los procesos de salud y enfermedad de otra manera, como la Terapia Neural, no se pueden adaptar al método de comprobación mecanicista. Es algo que la academia ortodoxa debe de respetar y aceptar y que los llamados médicos, médicas, odontólogas y odontólogos alternativos tenemos que hacer respetar; de no ser así seremos engullidos de una manera inmisericorde y no habremos aportado nada a la salud individual o a la salud pública comunitaria ya que seremos más de los mismos, con los mismos vicios paradigmáticos pero con diferentes disfraces, caretas y denominaciones.
PARADIGMA Y TN
La TN tiene su propia razonabilidad y concepción de la vida, y desde allí se relaciona con la enfermedad, con el enfermo, con la salud, con la prevención y con la vida misma.
El tener paradigmas y por lo tanto racionalidades diferentes son parte de la esencia de las llamadas medicinas alternativas, la esencia de la Acupuntura y Moxibustión es el Taoismo, la de la homeopatía no es el diagnóstico ortodoxo, disgregador y especializado sino el vitalismo y la imagen de un remedio, el naturismo se refiere a las fuerzas de la naturaleza y la armonía con ellas, y en la TN la visión sistémica compleja con el papel importante, pero no único, del sistema nervioso en la patogénesis de las enfermedades y en las funciones vitales (Nervismo), funcionamientos y visiones que han sido respaldadas por los modernos descubrimientos de la Física cuántica, la Astronomía. la Biocibernética, los Sistemas Complejos, los Sistemas Caóticos, la Geometría de Fractales, las Matemáticas de sistemas no lineales, la Biología Molecular y otras.
Es decir, las diferencias de las Alternativas con la ortodoxa no son de forma, sino de fondo, es paradigmática, cada una tiene su racionalidad y su cosmovisión que es lo que les permite explorar otras posibilidades en los procesos vitales de enfermedad y salud.
Es muy peligroso que ahora que las academias médicas y que los sistemas de salud privados y públicos en Colombia y en el mundo, han visto las ventajas de costo/beneficio de las alternativas las irrespeten y no reconozcan sus racionalidades, y en vez de abrir un diálogo paradigmático de racionalidades y saberes las mancillen en su esencia, las vuelvan protocolos mecánicos, las coopten y metan en sus objetividades, en sus ruedas dentadas y ejes de palancas que es como lo ortodoxo se acerca a estudiar al ser humano, las utilice como especialidades y las lance al consumismo médico.
Pero la responsabilidad cómplice también la tenemos Las Alternativas, que con mucha facilidad, y buscando la aceptación oficial ortodoxa caemos en explicaciones y demostraciones mecanicistas, como exige la racionalidad y racionalización del método científico.
Las revistas, los artículos y los libros de medicinas alternativas se llenan de diagnósticos, recetarios, comprobaciones y concepciones ortodoxas que las cambian en su esencia y las desdibujan eliminando las posibilidades de verdadero cambio que ofrecen las mal llamadas alternativas. No veo en este tiempo una posición de defensa paradigmática y más bien veo con tristeza el envilecimiento de lo alternativo por la racionalidad ortodoxa, por el consumismo y por la comercialización en la que con mucha frecuencia ha caído.
En la afanosa búsqueda de lo alternativo para ser aceptado por la ortodoxia veo el peligro de deslegitimizarnos, de perder nuestras propias miradas y racionalidades , de que perdamos el asombro ante el milagro diario de la vida, de perder la esperanza que rompe la razón y ver el milagro que la reta…
Si lo llamado alternativo y lo ortodoxo no tienen claro que el diálogo debe de ser de visiones diferentes frente a los procesos vitales, y no de reproducción y producción, ganancias y costo beneficio las cosas cambiarán para que permanezcan iguales y se habrá perdido una posibilidad para la salud de nuestro país.
Sólo con el diálogo de saberes, respetuoso y amoroso nos podemos sentar a pensar otros modelos médicos de curación, de prevención y de salud para Colombia.
Vale la pena recordar a Hector Abad Gomez pionero inmolado de la salud pública en América: ¡Con qué gran respeto se debe mirar a cada persona, a cada comunidad, a cada sociedad, a cada nación! ¡Con qué gran cuidado nos deberíamos de abstener de dar consejos para cambios que creemos buenos, en sentimientos, acciones y conceptos! ¡Con qué humildad deberíamos exponer lo que consideramos nuestros valores! Poniendo siempre de presente, desde el principio, que podemos estar equivocados, y que la libertad de escoger debe de quedar en manos de cada individuo y de cada sociedad. (Hector Abad Gomez, Manual de tolerancia. Cuarta Ed. Universidad de Antioquia, Medellín, 1996).
El paradigma cartesiano mecanicista aplicado al funcionamiento de la medicina ha confundido la salud con la norma y la normatividad (Julio C. Payán, La Desobediencia Vital, Instituto de Terapia Neural, Barcelona, 2004 y Salbe Ed. B. Aires, 2005 y 2010), de tal manera que para el modelo médico imperante , estar sano es cumplir con la norma y la normatividad, y sus esfuerzos se encaminan principalmente a mantener a la gente en la norma y en la normalidad que también llama equilibrio, olvidando que en lo vivo el equilibrio es muerte ya que para cambiar y adaptarnos al devenir constante de la vida tenemos que tener la elasticidad y movilidad que sólo se nos da al estar alejados del equilibrio, o en las fronteras del caos como lo llaman algunos, o en el orden singular como me parece mejor denominarlo. En el equilibrio y en la norma sólo encontramos y hacemos lo que el equilibrio y la norma nos permiten encontrar y hacer. Por eso se requiere urgentemente de la desobediencia vital.
Según la normatividad estar sano es tener un estándar de valores químicos o sociales aceptados por el sistema médico sin tener en cuenta culturas, etnias, razas, sexos o sociedades pues a todos los rasa con la vara del etnocentrismo blanco occidental, ejerciendo todo su omnímodo poder patriarcal, respaldado por la blusa blanca de la ciencia. Por eso centra sus esfuerzos en meternos a todos en su modelo etnocentrista y para esto cualquier método o medio es válido. No respeta y menos tiene en cuenta las singularidades que caracterizan a cada producción de la vida, y al final el fin justifica los medios. Es la ética de la guerra y de la muerte.
El maestro Hector Abad continúa presente y vigente.
Es un modelo tal vez válido para la muerte estática y predecible, pero no para la vida: móvil, cambiante, mágica, milagrosa, inasible e impredecible.
La medicina ortodoxa impone un modelo, mientras que la TN impulsa cada ser a buscar su propia y singular forma de ser, de estar y de hacer parte de la vida. Es estar siendo con la vida, con su misterio y su incertidumbre
DE LA IMPOCISIÓN A LOS PROCESOS EMERGENTES, A LA AUTOECO-ORGANIZACIÓN y AUTOECO-CONTROL.
Wilhelm Reich: Ninguna otra parte de mi teoría ha hecho peligrar más mi existencia y mi trabajo que la afirmación que la autorregulación es posible, existe naturalmente y es susceptible de una expansión universal.
Mediante impulsos inespecíficos puestos en puntos específicos del complejo sistema vital, la TN lo perturba y lo invita a desencadenar en su devenir no sólo procesos de autorregulación, sino de auto eco organización tanto en dirección centrípeta como centrífuga, es decir, del exterior hacia el interior del sistema, pero también desde el interior hacia el exterior produciendo un efecto bio cibernético de autoeco-organización y autoeco-control con fenómenos de endo causalidad. Es la parte actuando en el todo y el todo haciéndolo en la parte. ¿Dónde entonces comienza el todo y termina la parte? Aquí se pierden los límites y aparecen las borrosidades en lo viviente. ¿Dónde termina el individuo y comienza la comunidad?.
En el paradigma mecanicista la vida aparece como un inmenso rompe cabezas en el que las llamadas partes tienen límites y las relaciones de sus diferentes componentes son de tipo mecánico semejantes a las de ruedas dentadas, o palancas que se interrelacionan cumpliendo cada una de ellas una función previamente asignada.
En lo vital, a más de relaciones e inter-acciones hay inter-trans-relaciones, fenómeno por el cual ya no hay sólo partes como componentes de un todo, sino también sucesos dinámicos que al trans-relacionarse (hay borrosidades) se transforman entre ellos mismos en función de un todo autoeco-organizativo, autoeco-regulado y autoeco-regulador.
En el caso del todo visto mecánicamente como el resultado de la suma de las partes y de las interacciones entre ellas él será el resultado de esas interacciones mecánicas, así que se verá como el resultante de la suma de las partes. En el caso de sucesos que a más de interrelacionarse se inter-trans-relacionan y se transforman entre ellos, el todo será el producto emergente de esas inter-trans-relaciones.
John Stuart Mill (1806-1873), filósofo y economista inglés que en el siglo XIX comenzó a reflexionar alrededor de estas cuestiones, habló de leyes homopáticas en las que el efecto conjunto de varias causas es igual a la suma de sus efectos por separado, lo que es válido en la mecánica que permite separar y analizar las diferentes fuerzas que actúan sobre un fenómeno dado. En este caso se pueden disgregar o fragmentar los componentes como lo hace el paradigma mecanicista actual, se pueden separar las partes, estudiarlas y tratarlas por separado (analizarlas) como se estila en la práctica médica ortodoxa., allí caben las especializaciones. Allí pueden encontrarse linealidades, causalidades y predecibilidades. Allí hay individualidades, pero no singularidades inter-dependientes. Dice también, que en lo vital se dan layes heteropáticas en las que el resultado de las fuerzas no es igual a la suma de ellas, y pone como ejemplo las reacciones químicas en las que el compuesto resultante no puede formularse como la suma de las propiedades de los compuestos involucrados en la reacción. El agua, por ejemplo tiene propiedades que no pueden deducirse de la suma de las propiedades del oxigeno y del hidrógeno.
Así mismo en un hormiguero, como en las organizaciones sociales, aparecen cualidades y comportamientos sociales y de orientación y de trabajo que no se encuentran en las hormigas o en los individuos que las constituyen vistos individualmente, pero que emergen cuando estos intertransrelacionan como comunidad. Al organismo humano siempre lo hemos visto como formado por partes separadas (análisis), es hora de que lo veamos como comunidad y como proceso dinámico emergente (sistémico complejo, o complexus). (B. Goodwin , Las manchas del Leopardo. Tusquets Ed., Barcelona, 1998). En estos casos es imposible el análisis, un sistema así no se puede fragmentar pues actúa como un conjunto único, (Masa Única, lo denominaba Pavlov). Un sistema que se auto-eco-regula, es una singularidad interdependiente y por lo tanto no admite que se le impongan modelos estadísticos, para él no sirven los vademecums estandarizante ni los protocolos uniformadores. Como vemos en estos sistemas que hacen parte de los llamados sistemas caóticos (Comportamientos irregulares e impredecibles aunque deterministas en los sistemas vivos no lineales) no funciona el paradigma o la racionalidad mecanicista, y por supuesto, para ellos no es válida la comprobación por medio del método científico, lineal, normativizador, reduccionista y unificador.
Kant definía mecanismo como: La unidad funcional en la que las partes se complementan en la ejecución de una función concreta.
Así es como hemos estudiado y entendido no sólo al ser humano, sino también los fenómenos de la vida, es lo vital visto desde la mecano lógica, no desde la bio lógica. Pero no se trata de decir que la verdad está en una u otra de las lógicas, no, la vida y la verdad se salen de cualquier encasillamiento, todo está por construirse. Lo vital se construye y se inter trans construye en todo momento, lo único verdadero es el misterio cambiante de la vida que reta y sobre pasa cualquier razón.
El mismo Goodwin, ya citado, se refiere a organismo como: Unidad funcional y estructural en las que unas partes (sucesos) existen por y para las otras en la expresión de una naturaleza particular. Las partes o sucesos de un organismo (corazón, hígado, tallos, hojas), no se fabrican por separado y se ensamblan después, sino que surgen como resultado de interacciones entre ellas mismas y entre el organismo y el entorno (auto-eco-organización y auto-eco-control). Lo que aparece entre paréntesis son añadiduras del autor de este artículo.
Con estas definiciones de organismos y mecanismos nos podemos dar cuenta del error que se ha cometido al tratar lo vital, la vida, la enfermedad o la salud, como mecanismos y no como organismos.
Esto de la auto-eco-organización y control o autonomías dependientes es un duro golpe al antropocentrismo ya que queda claro que no es el hombre el Rey o el centro de la creación sino que su existencia está necesaria e irremediablemente ligada a todo el universo. Esto nos lleva no sólo a revisar el antropocentrismo, el antropoconsumismo, sino también al patriarcalismo.
El paradigma mecanicista se estremece.
Las propiedades emergentes, el todo, aparecen como Comportamientos cooperativos, solidarios y coherentes que sólo pueden observarse en ciertas escalas. No pueden inferirse a partir de los elementos constitutivos de los niveles anteriores. El análisis no describe las propiedades emergentes, por el contrario las destruye o invisibiliza.
Los sistemas vivos complejos se auto-eco-organizan y auto-eco-controlan así que lo emergente tiene una relación con sus propiedades dinámicas internas ajustándose además a sus relaciones ambientales y cósmicas.
¿Y CÓMO LO HACE?
No es el fin de este ejercicio profundizar en cómo los organismos vistos con la óptica (no como la única verdad) de la razón de lo viviente se auto-eco-organizan, pero lo haremos aunque sea superficialmente ya que esto nos da muchas pistas para el mejor acercamiento con nuestros pacientes en el ejercicio de la TN, ya que hay que tener en cuenta que el sistema biocibernético que permite estas funcionalidades inter o trans-relacionales es principalmente el sistema nervioso, aunque hay otros como los sistemas intracelulares de mente y memoria celular como es el caso de los microtúbulos o el funcionamiento de las Glías o las energías oscuras, o modo operativo por defecto del cerebro (Raichle M. E., La Red neuronal -Por defecto-. Inv. y Ciencia, 2010 pag 20)
Para hacer procesos auto-eco-relacionales y organizativos se requiere de memorias interrelacionales que permitan el fluir y el permanecer y que estén en redes que cubran lo viviente, es decir redes que permitan el enmarañamiento de todo lo viviente, Es el surgir del tejido sin costuras como lo dice Edgard Morin. O como lo define el poeta Charles Williams: Separación sin desconexión, una realidad sin fisuras.
Necesariamente los seres vivos, todos y todas, y no sólo los humanos, tenemos que tener memorias fluyentes con consciencia de nosotros mismos, de nuestra singularidad y del universo, acompañados de procesos teleológicos y teleonómicos, de mecanismos biocibernéticos con autoconcistencia (No aparecen principios ni fundamentos ni jerarquías definidas, ellas se dan según el devenir), con conectividad ( Todas las partes o sucesos de un sistema complejo se afectan e inter trans relacionan entre sí a pesar de que no tengan conexiones directas), y muchas otras características que les permiten cambiar para permanecer y mantener su propio orden que para una mirada que quiere ser objetiva puede parecer caótico pero que no es más que la configuración de su singularidad interdependiente.
Estamos en un Universo, que como lo decíamos anteriormente, no se creó para nosotros (as), sino con nosotros (as), y que se sigue creando, recreando, transformándose y transformándonos.
Tenemos mecanismos bio-cibernéticos que nos permiten tener patrones dinámicos de organización que se refieren a la configuración de las interrelaciones e interacciones entre los diferentes componentes y sucederes que determinan las características esenciales de un sistema. En estas configuraciones juega papel importante, no único, el Sistema Nervioso mediante el cual se hacen las diferentes conexiones de redes vitales, en relación siempre, por supuesto, con factores genéticos, ambientales, sociales, culturales y singulares.
Estos patrones dinámicos de organización se encarnan físicamente en patrones dinámicos de estructuras y formas mediante procesos vitales. (E. Morin, El Método, Ed Cátedra, Colección Teorema, Serie Mayor)
Uno podría semejar los patrones dinámicos de organización a las formas como podemos combinar o tejer las letras del alfabeto para que den origen a palabras frases u oraciones que pueden verse como patrones dinámicos de forma. No hay límites entre los patrones de organización y de forma, ellos interactúan y se regulan entre sí y todos son termodinámicamente abiertos.
Desde esta visión las cosa no son causales, ni acausales, ni al azar sino que están interrelacionadas, es, como lo llamó Prigogine, El fin de las certidumbres (Ed. Santillana, Madrid, 1997).
Bertalanffy lo expone así en su libro sobre La teoría general de los sistemas: Nos damos cuenta sin embargo que todas las leyes científicas no representan más que abstracciones e idealizaciones que expresan ciertos aspectos de la realidad. Toda ciencia es una imagen esquematizada de la realidad.
¿QUÉ PUEDEN SER, ENTONCES, LA TERAPIA NEURAL Y LA ODONTOLOGÍA NEURO FOCAL?
Podemos aproximarnos a la T.N. como un pensamiento y una práctica de tipo médico social, sanitario, contestatario y propositivo a la vez, holístico en su concepción, no hegemónico, empírico e intuitivo, dialéctico y dialógico, revolucionario, humanista, singular e irrepetible en su práctica, que devuelve al ser humano sus potencialidades y capacidades de auto-curación y auto-eco-organización y le permite un relacionamiento más armónico con su comunidad social y con el universo.
¿Y QUÉ PUEDE SER LA SALUD?
También podemos aproximarnos a ver la salud no como un estado inalcanzable de completo bienestar físico, mental y social y no sólo la ausencia de enfermedad sino como:
Un proceso dialéctico, dialógico, biológico, social, singular e interdependiente, dado por las relaciones del ser vital con el cosmos, en un proceso de adaptación en una sociedad con sus relaciones culturales, políticas, económicas, de producción, vitales e históricas propias, que finalmente aparece como una sensación de bienestar en la vida, no definida únicamente por normas o modelos prefijados, masivos o estadísticos.
El paradigma se conmueve. Otros mundos son posibles, ya están aquí, siempre han estado, pero no los vemos.
O como mejor la definió un grupo de mujeres trabajadoras y sabias de un barrio de Cali organizadas en un grupo llamado Semillas de Mostaza: Búsqueda constante y solidaria de nuestra capacidad para sentirnos bien y generar bienestar.
Con la soberbia del ignorante desconocemos, negamos o descalificamos otros saberes y racionalidades y de la única manera que los reconocemos es si se adaptan a nuestra racionalidad pues no aceptamos las de ellos.
La medicina no es ajena a este estado de cosas. La que llamamos ortodoxa o convencional está enmarcada dentro de la racionalidad mecanicista o cartesiana que tiene como principales características la visión mecánica de lo viviente, o sea el mecanicismo como ideología, viendo y estudiando el universo y lo viviente como un enorme mecanismo de relojería, esta aproximación le permite aceptar la linealidad causa efecto o multicausalidades efectos o efecto, las etiologías, la predecibilidad y la reducción de la vida a las lógicas y matemáticas de la linealidad. Opera con la división entre observador y observado para mantener según ella la visión objetiva de los problemas. A este respecto Heinz Von Foester dice que la ilusión de nuestra tradición occidental es la noción de objetividad que pretende que las propiedades de un observador no entren en la descripción de sus observaciones. La objetividad, es la ilusión de que las observaciones pueden hacerse sin un observador.
Para ejercer la objetividad, y también como resultado de ella, el método cartesiano utiliza el análisis que le permite descomponer un problema o hipótesis en tantas partes como sea posible, algo útil y posible desde la mecánica, pero no válido como única posibilidad en el estudio de los seres vivos que no se construyen por partes separadas para ensamblarlas después sino que ellos son procesos emergentes resultantes del interaccionar biológico de sus sucesos cuánticos, celulares, tisulares, químicos o electro magnéticos y morfológicos, indistinguibles unos de otros e inter-trans relacionados con todo el cosmos.
Por el método analítico al ser humano lo hemos disgregado, lo hemos roto, lo hemos fragmentado y en aras de la ciencia hemos especializado sus órganos y también nos hemos especializado en cada partecita de su organismo, aislándolo de sí mismo y del universo, desconociéndolo como parte y suceso del todo. Eso nos ha llevado a aislarnos del medio ambiente y en vez de ser sucesos de la vida actuamos como guardianes consumistas del medio y lo vemos todo como recursos utilizables renovables, o sea que redoblamos el consumismo y nos auto consumimos, por eso vemos una creación que no se ha hecho con nosotros, sino para nosotros. Así hemos configurado un mundo aparte de los seres humanos y unos seres humanos aparte del mundo. Un mundo sin seres humanos y unos seres humanos sin mundo. Es un mundo inanimado, roto, solitario y predecible en el que lo único que cabe es la desesperanza.
Ese mundo inanimado, fragmentado y mecanizado nos permite, a mas de dividirlo volverlo lineal predecible y causal, sometido a lo que han llamado Leyes Naturales. Un mundo en blanco y negro en donde las cosas tiene hu identidad; A no puede ser A y no A al mismo tiempo (hace bastante se sabe que un fotón es onda y partícula al mismo tiempo, dos cosa contradictorias, por no hablar del principio masculino y femenino juntos en nuestras cosmovisiones indígenas y orientales).
Una consecuencia del mecanicismo es el antropocentrismo, etnocentrismo y antropoconsumismo ( El ser humano como consumidor y agotador de la creación) ya que considera que toda la evolución de la creación, desde el posible Big- Bang hasta nuestros días se hizo para que apareciera el ser humano, es decir no ha sido una creación con nosotros, sino para nosotros. Darwin cambió el Teo centrismo creacional por el antropocentrismo evolutivo.
Desde el punto de vista social, el mecanicismo es una racionalidad patriarcal ya que ese mundo, una vez conocidas sus leyes lo modelamos, lo hacemos funcionar a nuestro antojo, lo ponemos a nuestro servicio y lo consumimos. Con esta hipótesis ya no es necesario Dios, basta con el antropocentrismo!. Refiriéndose al nacimiento del mecanicismo o positivismo en una entrevista en 1995, Vandana Shiva decía: Francis Bacon y los fundadores de la Royal Society de Londres, de la que fue presidente Newton, hablaban de la creación de una filosofía masculina para realizar el imperio del hombre sobre la naturaleza y las criaturas inferiores!!
Todas estas características nos llevan a la configuración de lo que es un paradigma así que veamos.
¿QUÉ ES UN PARADIGMA?
Con la razón y su compañera la palabra hemos inventado y mantenemos un mundo que luego nos encierra como un anillo. Ese mundo que hemos construido, ese anillo, nos es absolutamente necesario para vivir, pero no es todo lo que hay; hay muchas mas posibilidades de construcción, y sobre todo, hay infinitamente mucho más, que ya no es nuestra construcción. Castaneda, Historias de Poder
Ya vimos algunas de las características del paradigma mecanicista, cartesiano, positivista, pero también tiene la característica de producir una manera específica de razonar. Veamos entonces las cosas más a fondo:
- El Paradigma Social es la pléyade de conceptos, valores, percepciones y prácticas compartidas por una comunidad que conforman una visión específica de la realidad, y a su vez da las bases para la organización de esta comunidad. Incluye valores, creencias, modelos... (T.S.Khun, Las estructuras de las revoluciones científicas. Fondo de cultura económica México, 1986)
- El paradigma científico: Está constituido por los supuestos teóricos generales, leyes y técnicas de aplicación que adoptan los miembros de una comunidad o rama de la ciencia, que a su vez justifican y dan credibilidad a sus inventos y descubrimientos, que al final también van a justificar y mantener los supuestos teóricos que les dieron origen. (Khun)
Pero los conocimientos Chamánicos y sus cosmovisiones, los principios de las medicinas que integran y religan al ser humano y al universo, que no son fragmentadoras de lo viviente, ni causalistas ni lineales, y que ven los procesos de salud y enfermedad de otra manera, como la Terapia Neural, no se pueden adaptar al método de comprobación mecanicista. Es algo que la academia ortodoxa debe de respetar y aceptar y que los llamados médicos, médicas, odontólogas y odontólogos alternativos tenemos que hacer respetar; de no ser así seremos engullidos de una manera inmisericorde y no habremos aportado nada a la salud individual o a la salud pública comunitaria ya que seremos más de los mismos, con los mismos vicios paradigmáticos pero con diferentes disfraces, caretas y denominaciones.
PARADIGMA Y TN
La TN tiene su propia razonabilidad y concepción de la vida, y desde allí se relaciona con la enfermedad, con el enfermo, con la salud, con la prevención y con la vida misma.
El tener paradigmas y por lo tanto racionalidades diferentes son parte de la esencia de las llamadas medicinas alternativas, la esencia de la Acupuntura y Moxibustión es el Taoismo, la de la homeopatía no es el diagnóstico ortodoxo, disgregador y especializado sino el vitalismo y la imagen de un remedio, el naturismo se refiere a las fuerzas de la naturaleza y la armonía con ellas, y en la TN la visión sistémica compleja con el papel importante, pero no único, del sistema nervioso en la patogénesis de las enfermedades y en las funciones vitales (Nervismo), funcionamientos y visiones que han sido respaldadas por los modernos descubrimientos de la Física cuántica, la Astronomía. la Biocibernética, los Sistemas Complejos, los Sistemas Caóticos, la Geometría de Fractales, las Matemáticas de sistemas no lineales, la Biología Molecular y otras.
Es decir, las diferencias de las Alternativas con la ortodoxa no son de forma, sino de fondo, es paradigmática, cada una tiene su racionalidad y su cosmovisión que es lo que les permite explorar otras posibilidades en los procesos vitales de enfermedad y salud.
Es muy peligroso que ahora que las academias médicas y que los sistemas de salud privados y públicos en Colombia y en el mundo, han visto las ventajas de costo/beneficio de las alternativas las irrespeten y no reconozcan sus racionalidades, y en vez de abrir un diálogo paradigmático de racionalidades y saberes las mancillen en su esencia, las vuelvan protocolos mecánicos, las coopten y metan en sus objetividades, en sus ruedas dentadas y ejes de palancas que es como lo ortodoxo se acerca a estudiar al ser humano, las utilice como especialidades y las lance al consumismo médico.
Pero la responsabilidad cómplice también la tenemos Las Alternativas, que con mucha facilidad, y buscando la aceptación oficial ortodoxa caemos en explicaciones y demostraciones mecanicistas, como exige la racionalidad y racionalización del método científico.
Las revistas, los artículos y los libros de medicinas alternativas se llenan de diagnósticos, recetarios, comprobaciones y concepciones ortodoxas que las cambian en su esencia y las desdibujan eliminando las posibilidades de verdadero cambio que ofrecen las mal llamadas alternativas. No veo en este tiempo una posición de defensa paradigmática y más bien veo con tristeza el envilecimiento de lo alternativo por la racionalidad ortodoxa, por el consumismo y por la comercialización en la que con mucha frecuencia ha caído.
En la afanosa búsqueda de lo alternativo para ser aceptado por la ortodoxia veo el peligro de deslegitimizarnos, de perder nuestras propias miradas y racionalidades , de que perdamos el asombro ante el milagro diario de la vida, de perder la esperanza que rompe la razón y ver el milagro que la reta…
Si lo llamado alternativo y lo ortodoxo no tienen claro que el diálogo debe de ser de visiones diferentes frente a los procesos vitales, y no de reproducción y producción, ganancias y costo beneficio las cosas cambiarán para que permanezcan iguales y se habrá perdido una posibilidad para la salud de nuestro país.
Sólo con el diálogo de saberes, respetuoso y amoroso nos podemos sentar a pensar otros modelos médicos de curación, de prevención y de salud para Colombia.
Vale la pena recordar a Hector Abad Gomez pionero inmolado de la salud pública en América: ¡Con qué gran respeto se debe mirar a cada persona, a cada comunidad, a cada sociedad, a cada nación! ¡Con qué gran cuidado nos deberíamos de abstener de dar consejos para cambios que creemos buenos, en sentimientos, acciones y conceptos! ¡Con qué humildad deberíamos exponer lo que consideramos nuestros valores! Poniendo siempre de presente, desde el principio, que podemos estar equivocados, y que la libertad de escoger debe de quedar en manos de cada individuo y de cada sociedad. (Hector Abad Gomez, Manual de tolerancia. Cuarta Ed. Universidad de Antioquia, Medellín, 1996).
El paradigma cartesiano mecanicista aplicado al funcionamiento de la medicina ha confundido la salud con la norma y la normatividad (Julio C. Payán, La Desobediencia Vital, Instituto de Terapia Neural, Barcelona, 2004 y Salbe Ed. B. Aires, 2005 y 2010), de tal manera que para el modelo médico imperante , estar sano es cumplir con la norma y la normatividad, y sus esfuerzos se encaminan principalmente a mantener a la gente en la norma y en la normalidad que también llama equilibrio, olvidando que en lo vivo el equilibrio es muerte ya que para cambiar y adaptarnos al devenir constante de la vida tenemos que tener la elasticidad y movilidad que sólo se nos da al estar alejados del equilibrio, o en las fronteras del caos como lo llaman algunos, o en el orden singular como me parece mejor denominarlo. En el equilibrio y en la norma sólo encontramos y hacemos lo que el equilibrio y la norma nos permiten encontrar y hacer. Por eso se requiere urgentemente de la desobediencia vital.
Según la normatividad estar sano es tener un estándar de valores químicos o sociales aceptados por el sistema médico sin tener en cuenta culturas, etnias, razas, sexos o sociedades pues a todos los rasa con la vara del etnocentrismo blanco occidental, ejerciendo todo su omnímodo poder patriarcal, respaldado por la blusa blanca de la ciencia. Por eso centra sus esfuerzos en meternos a todos en su modelo etnocentrista y para esto cualquier método o medio es válido. No respeta y menos tiene en cuenta las singularidades que caracterizan a cada producción de la vida, y al final el fin justifica los medios. Es la ética de la guerra y de la muerte.
El maestro Hector Abad continúa presente y vigente.
Es un modelo tal vez válido para la muerte estática y predecible, pero no para la vida: móvil, cambiante, mágica, milagrosa, inasible e impredecible.
La medicina ortodoxa impone un modelo, mientras que la TN impulsa cada ser a buscar su propia y singular forma de ser, de estar y de hacer parte de la vida. Es estar siendo con la vida, con su misterio y su incertidumbre
DE LA IMPOCISIÓN A LOS PROCESOS EMERGENTES, A LA AUTOECO-ORGANIZACIÓN y AUTOECO-CONTROL.
Wilhelm Reich: Ninguna otra parte de mi teoría ha hecho peligrar más mi existencia y mi trabajo que la afirmación que la autorregulación es posible, existe naturalmente y es susceptible de una expansión universal.
Mediante impulsos inespecíficos puestos en puntos específicos del complejo sistema vital, la TN lo perturba y lo invita a desencadenar en su devenir no sólo procesos de autorregulación, sino de auto eco organización tanto en dirección centrípeta como centrífuga, es decir, del exterior hacia el interior del sistema, pero también desde el interior hacia el exterior produciendo un efecto bio cibernético de autoeco-organización y autoeco-control con fenómenos de endo causalidad. Es la parte actuando en el todo y el todo haciéndolo en la parte. ¿Dónde entonces comienza el todo y termina la parte? Aquí se pierden los límites y aparecen las borrosidades en lo viviente. ¿Dónde termina el individuo y comienza la comunidad?.
En el paradigma mecanicista la vida aparece como un inmenso rompe cabezas en el que las llamadas partes tienen límites y las relaciones de sus diferentes componentes son de tipo mecánico semejantes a las de ruedas dentadas, o palancas que se interrelacionan cumpliendo cada una de ellas una función previamente asignada.
En lo vital, a más de relaciones e inter-acciones hay inter-trans-relaciones, fenómeno por el cual ya no hay sólo partes como componentes de un todo, sino también sucesos dinámicos que al trans-relacionarse (hay borrosidades) se transforman entre ellos mismos en función de un todo autoeco-organizativo, autoeco-regulado y autoeco-regulador.
En el caso del todo visto mecánicamente como el resultado de la suma de las partes y de las interacciones entre ellas él será el resultado de esas interacciones mecánicas, así que se verá como el resultante de la suma de las partes. En el caso de sucesos que a más de interrelacionarse se inter-trans-relacionan y se transforman entre ellos, el todo será el producto emergente de esas inter-trans-relaciones.
John Stuart Mill (1806-1873), filósofo y economista inglés que en el siglo XIX comenzó a reflexionar alrededor de estas cuestiones, habló de leyes homopáticas en las que el efecto conjunto de varias causas es igual a la suma de sus efectos por separado, lo que es válido en la mecánica que permite separar y analizar las diferentes fuerzas que actúan sobre un fenómeno dado. En este caso se pueden disgregar o fragmentar los componentes como lo hace el paradigma mecanicista actual, se pueden separar las partes, estudiarlas y tratarlas por separado (analizarlas) como se estila en la práctica médica ortodoxa., allí caben las especializaciones. Allí pueden encontrarse linealidades, causalidades y predecibilidades. Allí hay individualidades, pero no singularidades inter-dependientes. Dice también, que en lo vital se dan layes heteropáticas en las que el resultado de las fuerzas no es igual a la suma de ellas, y pone como ejemplo las reacciones químicas en las que el compuesto resultante no puede formularse como la suma de las propiedades de los compuestos involucrados en la reacción. El agua, por ejemplo tiene propiedades que no pueden deducirse de la suma de las propiedades del oxigeno y del hidrógeno.
Así mismo en un hormiguero, como en las organizaciones sociales, aparecen cualidades y comportamientos sociales y de orientación y de trabajo que no se encuentran en las hormigas o en los individuos que las constituyen vistos individualmente, pero que emergen cuando estos intertransrelacionan como comunidad. Al organismo humano siempre lo hemos visto como formado por partes separadas (análisis), es hora de que lo veamos como comunidad y como proceso dinámico emergente (sistémico complejo, o complexus). (B. Goodwin , Las manchas del Leopardo. Tusquets Ed., Barcelona, 1998). En estos casos es imposible el análisis, un sistema así no se puede fragmentar pues actúa como un conjunto único, (Masa Única, lo denominaba Pavlov). Un sistema que se auto-eco-regula, es una singularidad interdependiente y por lo tanto no admite que se le impongan modelos estadísticos, para él no sirven los vademecums estandarizante ni los protocolos uniformadores. Como vemos en estos sistemas que hacen parte de los llamados sistemas caóticos (Comportamientos irregulares e impredecibles aunque deterministas en los sistemas vivos no lineales) no funciona el paradigma o la racionalidad mecanicista, y por supuesto, para ellos no es válida la comprobación por medio del método científico, lineal, normativizador, reduccionista y unificador.
Kant definía mecanismo como: La unidad funcional en la que las partes se complementan en la ejecución de una función concreta.
Así es como hemos estudiado y entendido no sólo al ser humano, sino también los fenómenos de la vida, es lo vital visto desde la mecano lógica, no desde la bio lógica. Pero no se trata de decir que la verdad está en una u otra de las lógicas, no, la vida y la verdad se salen de cualquier encasillamiento, todo está por construirse. Lo vital se construye y se inter trans construye en todo momento, lo único verdadero es el misterio cambiante de la vida que reta y sobre pasa cualquier razón.
El mismo Goodwin, ya citado, se refiere a organismo como: Unidad funcional y estructural en las que unas partes (sucesos) existen por y para las otras en la expresión de una naturaleza particular. Las partes o sucesos de un organismo (corazón, hígado, tallos, hojas), no se fabrican por separado y se ensamblan después, sino que surgen como resultado de interacciones entre ellas mismas y entre el organismo y el entorno (auto-eco-organización y auto-eco-control). Lo que aparece entre paréntesis son añadiduras del autor de este artículo.
Con estas definiciones de organismos y mecanismos nos podemos dar cuenta del error que se ha cometido al tratar lo vital, la vida, la enfermedad o la salud, como mecanismos y no como organismos.
Esto de la auto-eco-organización y control o autonomías dependientes es un duro golpe al antropocentrismo ya que queda claro que no es el hombre el Rey o el centro de la creación sino que su existencia está necesaria e irremediablemente ligada a todo el universo. Esto nos lleva no sólo a revisar el antropocentrismo, el antropoconsumismo, sino también al patriarcalismo.
El paradigma mecanicista se estremece.
Las propiedades emergentes, el todo, aparecen como Comportamientos cooperativos, solidarios y coherentes que sólo pueden observarse en ciertas escalas. No pueden inferirse a partir de los elementos constitutivos de los niveles anteriores. El análisis no describe las propiedades emergentes, por el contrario las destruye o invisibiliza.
Los sistemas vivos complejos se auto-eco-organizan y auto-eco-controlan así que lo emergente tiene una relación con sus propiedades dinámicas internas ajustándose además a sus relaciones ambientales y cósmicas.
¿Y CÓMO LO HACE?
No es el fin de este ejercicio profundizar en cómo los organismos vistos con la óptica (no como la única verdad) de la razón de lo viviente se auto-eco-organizan, pero lo haremos aunque sea superficialmente ya que esto nos da muchas pistas para el mejor acercamiento con nuestros pacientes en el ejercicio de la TN, ya que hay que tener en cuenta que el sistema biocibernético que permite estas funcionalidades inter o trans-relacionales es principalmente el sistema nervioso, aunque hay otros como los sistemas intracelulares de mente y memoria celular como es el caso de los microtúbulos o el funcionamiento de las Glías o las energías oscuras, o modo operativo por defecto del cerebro (Raichle M. E., La Red neuronal -Por defecto-. Inv. y Ciencia, 2010 pag 20)
Para hacer procesos auto-eco-relacionales y organizativos se requiere de memorias interrelacionales que permitan el fluir y el permanecer y que estén en redes que cubran lo viviente, es decir redes que permitan el enmarañamiento de todo lo viviente, Es el surgir del tejido sin costuras como lo dice Edgard Morin. O como lo define el poeta Charles Williams: Separación sin desconexión, una realidad sin fisuras.
Necesariamente los seres vivos, todos y todas, y no sólo los humanos, tenemos que tener memorias fluyentes con consciencia de nosotros mismos, de nuestra singularidad y del universo, acompañados de procesos teleológicos y teleonómicos, de mecanismos biocibernéticos con autoconcistencia (No aparecen principios ni fundamentos ni jerarquías definidas, ellas se dan según el devenir), con conectividad ( Todas las partes o sucesos de un sistema complejo se afectan e inter trans relacionan entre sí a pesar de que no tengan conexiones directas), y muchas otras características que les permiten cambiar para permanecer y mantener su propio orden que para una mirada que quiere ser objetiva puede parecer caótico pero que no es más que la configuración de su singularidad interdependiente.
Estamos en un Universo, que como lo decíamos anteriormente, no se creó para nosotros (as), sino con nosotros (as), y que se sigue creando, recreando, transformándose y transformándonos.
Tenemos mecanismos bio-cibernéticos que nos permiten tener patrones dinámicos de organización que se refieren a la configuración de las interrelaciones e interacciones entre los diferentes componentes y sucederes que determinan las características esenciales de un sistema. En estas configuraciones juega papel importante, no único, el Sistema Nervioso mediante el cual se hacen las diferentes conexiones de redes vitales, en relación siempre, por supuesto, con factores genéticos, ambientales, sociales, culturales y singulares.
Estos patrones dinámicos de organización se encarnan físicamente en patrones dinámicos de estructuras y formas mediante procesos vitales. (E. Morin, El Método, Ed Cátedra, Colección Teorema, Serie Mayor)
Uno podría semejar los patrones dinámicos de organización a las formas como podemos combinar o tejer las letras del alfabeto para que den origen a palabras frases u oraciones que pueden verse como patrones dinámicos de forma. No hay límites entre los patrones de organización y de forma, ellos interactúan y se regulan entre sí y todos son termodinámicamente abiertos.
Desde esta visión las cosa no son causales, ni acausales, ni al azar sino que están interrelacionadas, es, como lo llamó Prigogine, El fin de las certidumbres (Ed. Santillana, Madrid, 1997).
Bertalanffy lo expone así en su libro sobre La teoría general de los sistemas: Nos damos cuenta sin embargo que todas las leyes científicas no representan más que abstracciones e idealizaciones que expresan ciertos aspectos de la realidad. Toda ciencia es una imagen esquematizada de la realidad.
¿QUÉ PUEDEN SER, ENTONCES, LA TERAPIA NEURAL Y LA ODONTOLOGÍA NEURO FOCAL?
Podemos aproximarnos a la T.N. como un pensamiento y una práctica de tipo médico social, sanitario, contestatario y propositivo a la vez, holístico en su concepción, no hegemónico, empírico e intuitivo, dialéctico y dialógico, revolucionario, humanista, singular e irrepetible en su práctica, que devuelve al ser humano sus potencialidades y capacidades de auto-curación y auto-eco-organización y le permite un relacionamiento más armónico con su comunidad social y con el universo.
¿Y QUÉ PUEDE SER LA SALUD?
También podemos aproximarnos a ver la salud no como un estado inalcanzable de completo bienestar físico, mental y social y no sólo la ausencia de enfermedad sino como:
Un proceso dialéctico, dialógico, biológico, social, singular e interdependiente, dado por las relaciones del ser vital con el cosmos, en un proceso de adaptación en una sociedad con sus relaciones culturales, políticas, económicas, de producción, vitales e históricas propias, que finalmente aparece como una sensación de bienestar en la vida, no definida únicamente por normas o modelos prefijados, masivos o estadísticos.
El paradigma se conmueve. Otros mundos son posibles, ya están aquí, siempre han estado, pero no los vemos.
O como mejor la definió un grupo de mujeres trabajadoras y sabias de un barrio de Cali organizadas en un grupo llamado Semillas de Mostaza: Búsqueda constante y solidaria de nuestra capacidad para sentirnos bien y generar bienestar.