Imprimir

active_nerve_cellsSi definimos al Sistema Nervioso como al que regula el yo y su mundo, dentro de la existencia de la persona, hemos de considerar el componente yo, el cual para realizar sus adquisiciones, sus elucubraciones, sus actos, todo aquello que lo jerarquiza, necesita imprescindiblemente el equilibrio de su soma (cuerpo físico). En otros términos, conservar la homeostasis.

Todo dinamismo, sea intelectivo o somático, presupone la concatenación de simultáneos fenómenos circulatorios, respiratorios, digestivos, hormonales, musculo-esqueléticos, emocionales, de memoria, etc. De ahí que también todos los estados emocionales, pánico, miedo, placer, deseo, ilusión, dolor y comportamiento individual, se acompañan de reacciones concomitantes imposibles de suprimir, separar u obviar.
Todo ello se realiza por intermedio del Sistema Neurovegetativo, el cual, evidentemente no es independiente sino más bien todo lo contrario, mantiene infinitas anastomosis con el sistema nervioso periférico, forma multitud de plexos, se relaciona repetidamente con el sistema nervioso central y llega a todos los órganos, tejidos y células, con sistemas intraviscerales. Parece evidente que cualquier órgano y toda célula conecte con la emoción, el recuerdo y la realización del yo espiritual, de un modo más o menos especializado.
Por su actuación sobre nuestro soma posee un componente generalizador y de gasto energético (sistema simpático) y otro focalizador y de ahorro (parasimpático).

Bajar texto completo e imágenes del Sistema Nervioso Vegetativo